You: Desmontando la deconstrucción

Esta entrada contiene spoilers de las tres temporadas de You.

You es una serie que me lleva provocando sentimientos encontrados desde su primera temporada, y cada vez está yendo a peor. Creo que la tercera temporada va a ser la última que vea, y es una pena, porque es una historia que tenía muchísimo potencial.

La primera temporada me gustó bastante. Es una adaptación muy fiel de la novela original de Caroline Kepnes. Lo que más me había gustado de la novela era la voz narrativa, que nos presenta la visión de Joe pero al mismo tiempo permite a les lectores leer entre líneas y ver lo que está pasando en realidad, y no solo la versión distorsionada que tiene Joe del mundo y les personajes. La serie adapta esto perfectamente, ya que al mismo tiempo vemos lo que está pasando y escuchamos la versión de Joe sobre los eventos.

La primera temporada hace equilibrios entre el mamarrachismo y la seriedad. Por una parte, tiene detalles ridículos como Beck teniendo sexo con las cortinas abiertas. Constantemente. En un primero. Pero la temporada va de desmontar todos los tropos horrendos de comedias románticas y mostrarlos como lo que en realidad son: no románticos, sino terroríficos. Joe es el estereotipo de Nice Guy, el que se merece a la chica porque es buen pavo y si a ella le interesa o no pues tampoco es tan importante, ya se dará cuenta de que es el amor de su vida. El que cree que si se dedica al desgaste ella algún día dirá que sí. El que manipula en las sombras para conseguir su final feliz. Penn Bagdley vuelve a interpretar a Dan Humphrey, solo que ésta vez abrimos bien las cortinas y vemos lo que hay detrás: no un romántico, sino un manipulador.

Recuerdo que cuando llegó el final de la primera temporada, mucha gente se sintió decepcionada con la serie, y se criticó bastante que Beck terminase muerta y Joe se saliese con la suya. Se criticó que volvía a ser “otra serie en la que la mujer termina muerta porque es la historia de un hombre”. No sé si porque ya sabía lo que venía por haber leído la novela, pero yo no lo vi así. En su momento me gustó el final, porque es realista: por desgracia, las mujeres solemos salir perdiendo en estos casos. Pero además, me parece un final acorde con lo que la serie te quiere contar: todos estos tropos de comedias románticas, un género dirigido a mujeres pero realizado aún así desde una visión masculina, son verdaderamente dañinos. Nos quieren vender que los Nice Guys son románticos incomprendidos que se merecen una oportunidad. Y el final de la temporada nos está dejando claro que no, que no hay final feliz en una historia así.

Sin embargo, mi opinión sobre todo esto cambió cuando llegamos a la segunda temporada. Creo que ésta vuelve a hacer algunas cosas bien. Igual que la primera, nos presenta a un Joe complejo, que no es tan solo un asesino chungo, sino una persona, con su lado bueno también: en ambas temporadas, intenta ayudar a les niñes de su entorno y siente empatía por elles, mata a algún tío sin el que el mundo está mejor (maltratadores, violadores…), cuando está en una relación con una mujer la trata bien… pero detrás seguimos teniendo el hecho de que es un asesino que se cree que se merece a las mujeres con las que se obsesiona.

También creo que ambos intereses amorosos son personajes interesantes: Beck, sobre todo, se nos muestra como una mujer que comete un montón de errores, que es una escritora mediocre aunque quiera dedicarse a ello, que juzga fatal a la gente de su entorno, etc. A pesar de que Joe la tenga idealizada, es una mujer normal y corriente (en cuanto a personalidad, porque la verdad es que es guapísima). Pero también con Love hacen algo interesantísimo en la segunda temporada. Love es la protagonista estereotípica de una comedia romántica: tiene dinero y su propio negocio (se dedica a la cocina y en especial a la repostería, cómo no), es guapísima, majísima, dulce, y con una tragedia en su pasado reciente para darle un poquito de profundidad. En esta ocasión, no vemos cómo la idealización de Joe y la realidad son diferentes (como pasaba con Beck), sino que realmente Love es la tía ideal. Si la primera temporada deconstruye el concepto del papel masculino en las comedias románticas, ésta hace lo mismo con el rol femenino. Llegamos a esto con la revelación final de Love de que ella también es una asesina. Una de las ideas más interesantes de esta temporada la expresa la propia Love, cuando le dice a Joe que mientras ella lo veía a él tal y como era, él solo veía esa fachada de chica “perfectamente imperfecta” que muestra ella al mundo. 

Por una parte, creo que esta revelación es brillante por esto mismo, pero por otra, creo que se carga por completo la crítica de la primera temporada. Si bien en la primera temporada conocemos parte del pasado de Joe y vemos que tuvo una infancia traumática, la serie no usa eso para justificar sus acciones. Durante la primera temporada, Joe es el producto de una sociedad patriarcal que nos vende que si eres buen tío te mereces a la chica a la que le pongas el ojo. Sin embargo, al revelar que Love también es una asesina por culpa de sus propios traumas, todo eso se desmonta. Al final, lo que nos cuenta la segunda temporada es que ambos son producto de sus traumas, y la crítica social se va un poco al garete. Aún así, creía que Love y Joe podían tener una dinámica interesante en la tercera temporada y me acerqué a ella con ganas.

La tercera temporada ha sido una decepción tremenda y sigue deshaciendo todo lo que había hecho bien la primera. El pasado de Joe se utiliza clara y abiertamente para justificar sus acciones. No solo eso, sino que intenta convencerte de que las atrocidades que comete Joe nacen de un lugar noble: el deseo de proteger a mujeres que no se protegen a sí mismas, como su madre o la enfermera que conocemos esta temporada. Y por primera vez siento que, a pesar de que nosotres como espectadores sepamos que eso no es verdad, la serie sí intenta convencernos de ello. Y creo esto por cómo se trata al personaje de Love esta temporada. En lugar de darnos una dinámica interesante, se pasan la temporada dando tumbos: en un capítulo se adoran, en el capítulo siguiente están cansadísimes el uno de la otra, en el siguiente llevan una temporada fenomenal, en el siguiente Joe está buscando la manera de librarse de ella, etc. Es aburridísimo, y no se molestan en ser coherentes.

Además, si bien en muchos momentos tenemos lo mismo que en la primera temporada, con Joe viendo el mundo de una manera, y les espectadores viendo que Love lleva parte de razón muchas veces, creo que la serie no pone en ningún momento a Love al mismo nivel que Joe. Joe, te insisten muchas veces esta temporada, tiene motivos para matar. Lo hace siguiendo un plan. Lo hace para proteger a gente indefensa (excepto, se les ha olvidado, cuando mata a sus propios intereses amorosos porque se enteran de quién es en realidad). Love, sin embargo, es completamente impulsiva, y mata solo por motivos egoístas: mi marido no me quiere lo suficiente, así que o conmigo o con nadie; esta tía se quiere liar con mi marido; el antivacunas me ha tocado las narices, etc. Contrastan esto todo el rato con Joe conteniendo sus peores impulsos e intentando no matar a nadie. Si solo tuviésemos esta temporada, pensaríamos que Joe solo mata cuando se ve forzado a ello. Pero sí que hemos visto las otras dos, y me parece mal que la serie quiera hacer un retcon así con el personaje de Joe.

Para mí, la muerte de Love esta temporada fue la gota que colmó el vaso, porque es la culminación de ir poquito a poquito desmontando todo lo que, en mi opinión, la serie hace bien en la primera temporada. Y es una pena. Porque realmente esta temporada tiene algún momento de crítica social que está bien: arremete contra les antivacunas, la gente rica que pasó pilas del confinamiento a pesar de vivir en mansiones, o los maltratadores que usan a sus hijes para herir a la madre. Sin embargo, por querer humanizar a Joe cada vez más, la serie se va convirtiendo cada temporada un poco más en una serie que comete los crímenes que supuestamente quería denunciar.

Me parece una pena que una serie que pretendía desmontar los tropos dañinos de comedias románticas se acabe convirtiendo en un culebrón chorras sobre dos asesinos en el que se supone que tienes que estar de parte de quien al principio teníamos claro que era el malo. No todas las series necesitan cinco temporadas, y viendo lo que hicieron después, creo que ésta debería haber sido una mini-serie.

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